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Mostrando entradas de octubre, 2008

Abusos horarios (Parte I)

por Javier Debarnot       Marcos repasó por enésima vez en su billete los horarios de los vuelos Buenos Aires-Roma y Roma-Madrid. Y volvió a maldecir por la eterna escala de seis horas en el aeropuerto de la capital italiana. “Algo inventaré”, se resignó para adentro ya despojado de su equipaje. Sintiéndose ágil y liviano al sólo cargar una mochila y los tickets de embarque, se sentó en su asiento 19-J sin saber que esa libertad tenía las horas contadas.          -Levante sus manos y póngalas detrás de la cabeza, ¡ahora! – le gritó un policía español. Casi en simultáneo, otro agente más grandote lo tiraba con rudeza contra una de las paredes de la terminal internacional de Barajas. Marcos intentó un casi tartamudo pedido de explicación, pero sus súplicas no se hicieron eco en los oídos de la ley y al cabo de pocos minutos ya estaba en una comisaría de Madrid.          -Está arrestado por el asesinato de un hombre en Roma, tiene derecho a un abogado- así, con esa exacta, escueta y esca

Abusos horarios (Parte II)

por Javier Debarnot       El doctor Furlang continuó con su exposición, sintiendo que cada una de sus palabras sonaba firme en los oídos de todos.         -El cuerpo humano no está preparado para esa “sustracción” de un período de tiempo superior a las dos horas. Es antinatural para los parámetros de evolución temporal de cada uno de los microorganismos y células del individuo, y por lo tanto, cuando se producen estos bruscos cambios de husos horarios, se manifiesta una importante serie de malestares que van desde problemas de circulación, coágulos, trombosis, y paros cardiorrespiratorios, que por supuesto pueden conducir hasta la muerte. Este fenómeno conocido como el Síndrome de Jet Lag fue descubierto con los primeros vuelos transatlánticos que datan de principio de siglo. Hubo cientos de víctimas mortales y a punto estuvo de desatarse un escándalo que seguramente hubiera cambiado el curso y la historia de la aviación comercial. Pero todo gran problema tiene una gran solución qu