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Mostrando entradas de noviembre, 2013

La pizza también se sirve bien fría

por Javier Debarnot      Veinte años no es nada, ya lo dice el tango, y al soltar la frase el autor tal vez se quedó tranquilo tarareándola, desconociendo que la mayoría de los mortales le refutaría ese concepto con miles de argumentos, tantos como los que caben en unas nada efímeras dos décadas de existencia. ¿Quién puede decir que no le cambió la vida en todo ese tiempo? ¿Alguien podría tirar la piedra y esconder la mano?      Fede, que lo que había escondido era la piedra para fumarla más tarde, reflexionaba sobre el avasallante paso del tiempo mientras deambulaba nervioso por el palier de su casa. Se preguntaba quién sería el primero en llegar a la cita, a la anhelada cena del reencuentro para festejar los veinte años de haber acabado el secundario. La ansiedad surfeaba en la cresta de la ola como si estuviera de viaje de egresados, y de aquello también habían pasado veinte años.      Desde que sonó el primer timbrazo hasta que se acallaron las excusas del último en caer tran

Irse por las ramas

por Javier Debarnot      Juliana estaba desesperada por un cigarrillo. Pero de las cuatro personas que quedábamos en la fiesta -exceptuándola a ella-, sólo fumaba yo y se me habían acabado mis Camel hacía rato. Me siguió hasta la habitación y parecía convencida de que sus ruegos iban a obrar el milagro de la aparición del tabaco. Lo dudo mucho, le aclaraba mientras revolvía un cajón para ver si de casualidad me quedaba algún paquete de los que me había traído un amigo en su viaje a Perú.       -No, Juli, no me quedan ni los Marlboro del altiplano -le dije y vi la desazón en sus ojos, pero no quedaba nada por hacer. Iba a ser imposible satisfacer sus necesidades de nicotina, hasta que lo dijo. Lo dijo justo cuando su mirada aterrizó sobre mi Talismán.       -¿Y eso no nos podrá salvar? -me puso en aprietos, señalándome el frasco de vidrio con su flaco índice izquierdo, que se hacía aún más escuálido por el aparatoso anillo que lo rodeaba.       -Jaja -la risa me salió enseguida, nad