Seis vagones y un mismo viaje
por Javier Debarnot I. 3 de junio a las 17:53 en un vagón de la línea 5, dirección Vall d´Hebron: Una bellísima mujer, de pie junto a una de las puertas, mantiene una acaramelada conversación vía móvil. “No puedo aguantar ni un minuto más sin verte. Sí, me he puesto tu perfume favorito y el sostén que te vuelve loco, para que me lo quites… No, mi marido tiene una reunión de directorio, así que hasta las 9 de la noche no notará mi ausencia, pero tranquilo, que desconecto este aparato y que se caiga el mundo: seré sólo para ti, y toda para ti”. II. 2 de agosto a las 6:53 en un vagón de la línea 1, dirección Fondo: Dos hombres intentan llevar una conversación mientras luchan contra legañas y bostezos. -¿No es demasiado temprano? -No, te digo que ya debe haber gente. -Qué mal estamos, ¿quieres decirme que cada día la gente hace dos horas de cola para ver a un abogado? -Sí, aunque desconozco cuántos tuvieron la suerte de llegar una mañana al trabajo y ver que había